Del
Obras Escogidas de Mao Tse-tung
EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS
Primera edición 1968
PEKIN 1972
(2a impresión 1972)
pág. 13
12 de julio de 1943
    Desde hace un mes, se viene presentando en el campo antijaponés de China un hecho muy inusitado y monstruoso: muchos organismos dirigidos por el Kuomintang, organismos de su partido, gobierno y ejército, han iniciado una campaña para sabotear la unidad y la Guerra de Resistencia. Esta campaña toma la forma de un ataque contra el Partido Comunista, pero en realidad está dirigida contra la nación y el pueblo chinos.
    Consideremos primero los ejércitos del Kuomintang. De sus ejércitos en todo el país, no menos de tres grupos de ejércitos de sus fuerzas principales están estacionados en el Noroeste: el XXXIV, el XXXVII y el XXXVIII Grupos de Ejércitos, todos bajo el mando de Ju Tsung-nan, subcomandante en jefe de la 8.a Zona de Guerra. Dos de éstos han sido empleados para rodear la Región Fronteriza de Shensí-Kansú-Ningsia, mientras que sólo uno ha tenido asignada la tarea de defender contra los invasores japoneses la ribera del río Amarillo desde Yichuan hasta Tungkuan. Esta situación ha durado más de cuatro años, y la gente llegó a acostumbrarse a ella mientras no hubo choques militares. Ahora bien, en los últimos días se ha operado un cambio inesperado. De los tres cuerpos de ejército encargados de la defensa del río -- el 1.ƒ, 16.ƒ; y 90.ƒ --, dos han sido desplazados, el 1.er Cuerpo de Ejército a la zona de Pinchou y Chunjua, y el 90.ƒ a la zona de Luochuan, y ambos se están preparando activamente para atacar la Región Fronteriza, de modo que la mayor parte de la línea de defensa del río ha quedado desguarnecida ante el invasor.
   
Esto no puede por menos de hacer que la gente se pregunte: ¿Cuáles son realmente las relaciones entre esta gente del Kuomintang y los japoneses?
pág. 124
Día tras día, muchos kuomintanistas realizan una propaganda descarada contra el Partido Comunista afirmando que éste "sabotea la Resistencia" y "mina la unidad". Pero, ¿puede decirse que se está reforzando la Resistencia cuando el grueso de las fuerzas es retirado de la línea de defensa del río? ¿Puede decirse que atacar la Región Fronteriza significa fortalecer la unidad?
   
Nos gustaría preguntar a los kuomintanistas Que hacen todo esto: Ustedes están volviendo las espaldas a los japoneses cuando ellos todavía les dan la cara, y ¿qué van a hacer si los japoneses comienzan a avanzar sobre sus espaldas?
   
Después de que ustedes abandonaron grandes sectores de la defensa del río, los japoneses se han puesto a mirar tranquilamente desde la orilla opuesta, sin hacer otra cosa que observar con regocijo, a través de sus catalejos, la imagen cada vez más lejana de sus espaldas. ¿Cómo se puede explicar todo esto? ¿Por qué sus espaldas son algo tan caro para los japoneses? ¿Y qué es lo que les hace a ustedes sentirse tan tranquilos después de haber abandonado la defensa del río dejando grandes sectores desguarnecidos?
   
En una sociedad basada en la propiedad privada, la gente, como es natural, echa el cerrojo a las puertas antes de irse a acostar. Todos saben que esto no es algo innecesario, sino una precaución contra los ladrones. Ahora, cuando ustedes han dejado la puerta abierta de par en par, ¿no temen que se entren los ladrones? Y estando abierta de par en par, ¿cuál es la razón por la cual no se entran?
   
Según ustedes, en China los comunistas son los únicos que "sabotean la Resistencia", mientras ustedes, ¡cuánto se dedican a "la nación por encima de todo"! Y bien, ¿qué es lo que están poniendo "por encima de todo" cuando vuelven las espaldas al enemigo?
   
Afirman que también son los comunistas quienes "minan la unidad", en tanto que ustedes son los fervientes partidarios de una "unidad sincera". Pero, ¿puede hablarse de "unidad sincera" cuando han lanzado, bayoneta calada, una enorme fuerza de tres grupos de ejércitos (menos un cuerpo de ejército), dotada de artillería pesada, contra el pueblo de la Región Fronteriza?
   
O, según otra de sus afirmaciones, a ustedes no les gusta la unidad, pero sí, y enormemente, la "unificación", y por eso quieren arrasar la Región Fronteriza, liquidar lo que llaman el "régimen separatista feudal" y exterminar a todos los comunistas. ¡Muy bien! Pero, ¿cómo no temen que los japoneses "unifiquen" a la nación china, y a ustedes junto con ella?
pág. 125
Supongamos que sean ustedes quienes "unifiquen" triunfalmente y de un solo golpe la Región Fronteriza y liquiden a los comunistas manteniendo al mismo tiempo dormidos a los japoneses con algún "somnífero" o petrificados con algún "hechizo", de modo que la nación y ustedes mismos escapen a la "unificación" japonesa. ¿Tendrían inconveniente, queridos señores del Kuomintang, en revelarnos un poco del secreto de su "somnífero" o "hechizo"?
   
Pero, si no tienen ningún "somnífero" ni "hechizo" para habérselas con los japoneses ni han contraído ningún acuerdo tácito con ellos permítannos entonces decirles formalmente: No deben, ni les está permitido, atacar la Región Fronteriza. "Cuando pelean garza y almeja, el pescador hace fácil presa", "Cuando la manta religiosa acosa a la cigarra, detrás acecha el canario" -- hay mucho de verdad en estas dos parábolas. Lo que les corresponde hacer es unirse con nosotros para unificar el territorio ocupado por los japoneses y expulsar a los demonios invasores. ¿Cuál es la razón de que estén tan ansiosos e impacientes por "unificar" este palmo de tierra que representa la Región Fronteriza? Aunque vastos territorios de nuestro hermoso país han caído en manos del enemigo, ustedes no se inquietan ni tienen prisa por recuperarlos; en cambio, están ansiosos de atacar la Región Fronteriza y se impacientan por aplastar al Partido Comunista. ¡Cuánto dolor! ¡Cuánta vergüenza!
   
Ahora, consideremos las actividades de partido del Kuomintang. Con el fin de combatir al Partido Comunista, el Kuomintang ha formado varios centenares de destacamentos de agentes secretos, reclutando a toda clase de bellacos y granujas. Por ejemplo, el 6 de julio de 1943, año 32 de la República de China, víspera del VI aniversario del estallido de la Guerra de Resistencia, la Agencia Central de Noticias del Kuomintang difundió una información según la cual ciertas "organizaciones culturales" de Sían, provincia de Shensí, habían celebrado una reunión y decidido enviar un telegrama a Mao Tse-tung exhortándolo a que aprovechara la oportunidad de la disolución de la III Internacional para "disolver" el Partido Comunista de China y, además, "suprimir el régimen separatista de la Región Fronteriza". El lector podría tomar esto como una "novedad", pero en realidad es un cuento viejo.
   
Resulta que todo ha sido obra de uno de los varios centenares de destacamentos de agentes secretos. Obedeciendo órdenes de la dirección general del servicio secreto (Buró de Investigación y Estadística del Consejo Militar del Gobierno Nacional y Buró de Investigación
pág. 126
y Estadística del Comité Ejecutivo Central del Kuomintang), este destacamento dio instrucciones al trotskista y colaboracionista Chang Ti-fei, actual Director de Disciplina del Campo de Trabajo de Sían y sujeto conocido por sus artículos anticomunistas en Resistencia y cultura, revista traidora financiada por el Kuomintang. Según estas instrucciones, el 12 de junio, veinticinco días antes de que la Agencia Central de Noticias transmitiera su información, Chang Ti-fei congregó a nueve personas en una reunión que duró diez minutos y en la que fue "aprobado" el texto del supuesto telegrama.
   
Hasta el día de hoy, este telegrama no ha llegado a Yenán, pero ya se conoce su contenido. Por lo que sabemos, en él se sostiene que, habiendo sido disuelta la III Internacional, debería "disolverse" también el Partido Comunista de China, que "el marxismo-leninismo ha caído en bancarrota", etc., etc.
   
¡Tales palabras también son propias de ciertas gentes del Kuomintang! Siempre hemos creído que de los labios de esa clase de sujetos kuomintanistas (los que se parecen se juntan) puede salir todo, y como era de esperar, ¡una vez más han soltado sus pestilencias!
   
Actualmente existen muchos partidos políticos en China. Incluso hay dos Kuomintang. Uno de éstos lleva la marca Wang Ching-wei, está establecido en Nankín y otros lugares, su bandera es igualmente la de un sol blanco sobre un cielo azul[1], tiene también un llamado Comité Ejecutivo Central y una sarta de destacamentos de agentes secretos. Además, en las zonas ocupadas pululan los partidos fascistas a sueldo de los japoneses.
   
Queridos señores del Kuomintang: ¿ Cómo se explica que, desde la disolución de la III Internacional, se hayan ocupado tanto en tramar solamente la "disolución" del Partido Comunista, y no hayan querido mover ni el dedo meñique para disolver unos cuantos partidos traidores y partidos a sueldo de los japoneses? Cuando ordenaron a Chang Ti-fei que redactara su telegrama, ¿por qué, además de exigir la disolución del Partido Comunista, no osaron añadir siquiera una frase pidiendo que también fueran disueltos los partidos traidores y partidos a sueldo de los japoneses?
   
¿Piensan acaso que está de más el Partido Comunista? En toda China sólo hay un Partido Comunista, en tanto que existen dos Kuomintang. Al fin y al cabo, ¿de qué lado hay un partido de más?
   
Señores del Kuomintang: ¿ Han pensado alguna vez por qué, además de ustedes, tanto los japoneses como Wang Ching-wei están haciendo frenéticos esfuerzos para aplastar al Partido Comunista, afir-
pág. 127
mando que el único partido que sobra es el Comunista y que, en consecuencia, debe ser aplastado? ¿Y por qué ellos nunca estiman que haya demasiados Kuomintang y, por el contrario, creyendo siempre que son pocos, sustentan y cultivan por doquier al Kuomintang marca Wang Ching-wei?
   
Señores del Kuomintang: Vamos a tomarnos la molestia de decirles que los japoneses y Wang Ching-wei sienten un amor especial por el Kuomintang y los Tres Principios del Pueblo porque de ellos pueden sacar provecho. Desde la Primera Guerra Mundial, la única vez que los imperialistas y traidores no sintieron ningún afecto por el Kuomintang, y en cambio, lo odiaron acerbamente e hicieron todo lo posible por aplastarlo, fue en el período 1924-1927, cuando el Dr. Sun Yat-sen lo reorganizó, admitiendo a comunistas en sus filas, para convertirlo en una alianza nacional fundada en la cooperación entre el Kuomintang y el Partido Comunista. La única vez que los imperialistas y traidores no sintieron amor por los Tres Principios del Pueblo, sino que los odiaron a muerte e hicieron cuanto estaba a su alcance por acabar con ellos, fue en el mismo período, cuando estos Principios fueron transformados por el Dr. Sun Yat-sen en los Tres Principios del Pueblo revolucionarios, tal como aparecen en el "Manifiesto del I Congreso Nacional del Kuomintang". Exceptuando ese período, a partir del momento en que los comunistas fueron excluidos del Kuomintang y el espíritu revolucionario del Dr. Sun Yat-sen fue eliminado de los Tres Principios del Pueblo, ese partido y esos Principios han contado con el afecto de todos los imperialistas y traidores y, por eso mismo, de los fascistas japoneses y del colaboracionista Wang Ching-wei, quienes los cultivan y sustentan como tesoros inapreciables. En otro tiempo, la bandera del Kuomintang de Wang Ching-wei llevaba encima un banderín amarillo que la distinguía de la del otro Kuomintang; hoy, para no ofender la vista, aun eso ha sido suprimido, y así las dos banderas se han vuelto completamente idénticas. ¿Puede haber un amor más grande?
   
No sólo en las zonas ocupadas, sino también en la Gran Retaguardia, hay tantas organizaciones del Kuomintang marca Wang Ching-wei como árboles en un bosque. Algunas son secretas y forman la quinta columna del enemigo. Otras actúan abiertamente, viven del Kuomintang y del servicio secreto, no hacen nada para resistir al Japón y se especializan en anticomunismo. Aunque no llevan encima la marea Wang Ching-wei, en realidad le pertenecen. También for-
pág. 128
man parte de la quinta columna del enemigo, sólo que guardan una pequeña diferencia formal para disfrazarse y confundir a la gente.
Ahora todo está perfectamente claro. Cuando ustedes instruyeron a Chang Ti-fei para que redactara el telegrama exigiendo la "disolución" del Partido Comunista, la razón por la cual no se tomaron la más mínima molestia de añadir siquiera una frase pidiendo que los partidos a sueldo del Japón y partidos traidores fueran también disueltos, es que ustedes tienen mucho en común con ellos, ya sea en el plano ideológico, político u organizativo, de lo cual lo más esencial es su pensamiento común: oposición al comunismo y al pueblo.
   
Quisiéramos hacer otra pregunta a los kuomintanistas: ¿Es verdad que en China, así como en el mundo, el único ismo que está "en bancarrota" es el marxismo-leninismo y que todos los demás están en pleno florecimiento? Aparte de los Tres Principios del Pueblo marca Wang Ching-wei, de los que ya hemos hablado, ¿qué decir del fascismo de Hitler, Mussolini y Tojo? ¿Qué tal el trotskismo de Chang Ti-fei? ¿Qué tal las doctrinas contrarrevolucionarias de los servicios secretos contrarrevolucionarios marca fulano o mengano existentes en China?
   
Estimados señores del Kuomintang: ¿Por qué cuando instruyeron a Chang Ti-fei para que redactara el telegrama, no pusieron una sola frase o anexo sobre ninguno de estos ismos, que no valen más que la peste, las chinches o los excrementos de perro? ¿Es posible que a sus ojos sea irreprochable y perfecta toda esta basura contrarrevolucionaria, en tanto que sólo el marxismo-leninismo esté completamente "en bancarrota"?
   
A decir verdad, tenemos serias sospechas de que ustedes están trabajando en colusión con los partidos a sueldo del Japón y los partidos traidores; por eso ustedes y ellos respiran por las mismas narices, por eso ustedes, el invasor y los colaboracionistas son exactamente iguales, idénticos e indiferenciables en las palabras y en los actos. Los japoneses y colaboracionistas querían disolver el Nuevo 4.ƒ Cuerpo de Ejército, y ustedes ordenaron hacerlo; desean la disolución del Partido Comunista, y ustedes también ; quieren suprimir la Región Fronteriza, y lo mismo ustedes; no quieren que se defienda el río Amarillo, y ustedes abandonan su defensa; atacan la Región Fronteriza (desde hace seis años las fuerzas enemigas apostadas en la ribera opuesta, frente a la línea Suite-Michi-Chiasien-Wupao-Ching-chien, no han cesado de cañonear las posiciones de defensa del VIII Ejército a lo largo del río), y ustedes también piensan atacarla; ellos son anticomunistas, y ustedes lo mismo; denigran violentamente el
pág. 129
comunismo y la doctrina liberal, y ustedes hacen igual[2]; obligan a los comunistas detenidos a retractarse públicamente a través de la prensa, y ustedes proceden de idéntica manera; introducen subrepticiamente agentes contrarrevolucionarios en el Partido Comunista y en el VIII Ejército y el Nuevo 4.ƒ Cuerpo de Ejército para realizar trabajo de zapa, e igual hacen ustedes. ¿Cómo puede ocurrir que ellos y ustedes sean tan singularmente iguales e idénticos como dos gotas de agua? Ya que ustedes, el invasor y los colaboracionistas son exactamente iguales, idénticos e indiferenciables en tantas palabras y actos, ¿cómo puede la gente no sospechar que están confabulados o que han llegado a un acuerdo tácito?
   
Presentamos ante el Comité Ejecutivo Central del Kuomintang nuestra protesta formal: Es extremadamente errónea e inadmisible su acción de retirar el grueso de las tropas de defensa del río en preparación de un ataque a la Región Fronteriza y de la guerra civil. La publicación, por su Agencia Central de Noticias, de la información del 6 de julio que atenta contra la unidad e insulta al Partido Comunista, es también errónea en extremo e intolerable. Estos dos errores son monstruosos crímenes y no difieren en nada de los cometidos por el invasor y los colaboracionistas. Deben ser corregidos. Pedimos oficialmente al señor Chiang Kai-shek, jefe supremo del Kuomintang, que dé orden a las tropas de Ju Tsung-nan para que regresen a la línea de defensa del río, clausure la Agencia Central de Noticias y castigue al colaboracionista Chang Ti-fei.
   
A todos los verdaderos patriotas del Kuomintang, que no aprueban el retiro de las fuerzas de la línea de defensa del río para atacar la Región Fronteriza ni la demanda de disolución del Partido Comunista, les hacemos el siguiente llamamiento: ¡Actúen para conjurar el peligro de guerra civil Estamos dispuestos a cooperar con ustedes hasta el fin para salvar la nación.
   
Consideramos que éstas demandas son completamente justas.
   
* Editorial escrito por el camarada Mao Tse-tung para el Diario de la Liberación, de Yenán.
From Marx |
Apuntos sobre |
pág. 129
[1]
Bandera del Kuomintang.
[pág. 126]
[2]
Aquí el camarada Mao Tse-tung alude al libro de Chiang Kai-shek El destino de China, en el cual éste se pronunció abierta y frenéticamente contra el comunismo y la doctrina liberal.
[pág. 129]
From Marx to Mao |